Saltar al contenido

Seres Mitológicos Egipcios: Criaturas de la mitología egipcia

La cultura egipcia, milenaria y con refinamientos inescrutables, nos ha regalado una mitología sumamente desarrollada no solo con dioses antropomórficos, sino también con otras criaturas, muchas veces animales e híbridos, que hacían estallar el universo de semejante cultura.

A continuación presentamos los principales seres mitológicos egipcios: imágenes e información para compartir.

Criaturas mitológicas egipcias

La mitología egipcia, como tantas otras, inundó el mundo de seres sobrenaturales, tan variados que podría sorprender a cualquier lector. Hablamos de criaturas poderosas, que tenían ciertas características sobresalientes, aunque no eran en sí dioses.

Ammyt

Esta criatura es parte del Juicio de Osiris, en donde se determinaba si el alma, luego de su peso, iría a los campos de Aaru (una suerte de paraíso egipcio) con su ser benéfico o Aj o sería presa del devorador de los muertos: aquí es donde ingresa Ammyt.

Entonces este ser era el que hacía desaparecer absolutamente al hombre o mujer, ya que devoraba su alma. No había eternidad posible, sino desaparición absoluta. El aspecto físico de esta criatura causaba impresión: su cabeza era de cocodrilo y su cuerpo una extraña combinación, en donde la parte delantera era un tigre y la trasera un hipopótamo.

Este personaje tenía una ubicación debajo de la balanza de Anubis, en el inframundo. Justamente la balanza pesaba el corazón, el ib extraído por el mismo Anubis, en relación con Maat, una pluma. El corazón era la representación de lo moral, los actos realizados por el ser humano en vida; la pluma era símbolo de justicia y verdad universal.

Apofis

Dentro de las criaturas mitológicas egipcias se halla Apofis, una enorme serpiente indestructible, inmortal y poderosa, la cual tenía como función romper el orden cósmico (un sujeto apocalíptico al mejor estilo Fenrir). Este ser era símbolo del mal y se encargaba de impedir con todos sus medios que la barca que manejaba el dios Ra completara el ciclo nocturno para dar el inicio al nuevo día.

La barca, denominada solar, era dirigida por el dios Ra y defendida por Seth. La serpiente atacaba la barca o  culebreaba para provocar bancos de arena para que la embarcación encallara. No permitir que salga el sol nuevamente es generar una ruptura con el Maat, que aquí da cuenta de una justica u orden cósmico.

Lo curioso de Apofis es que era la eterna vencida, pero nunca destruida totalmente. Es decir, los egipcios creían que su papel era parte del orden, que el bien siempre necesita del mal.

Bennu

Bennu es una ave mitológica del mundo egipcio, un símil al Fénix griego. Estaba asociada a las crecidas del Nilo, a la muerte y su renacimiento, de ahí su vinculación con el Sol. Como representaba la renovación y la creación estaba también relacionada con el calendario.

Su origen es un gran misterio, si bien se dice que se generó de un árbol sagrado que ardía en las llamas del templo de Ra. Asimismo, solía aparecer en las clepsidras, que eran instrumentos antiguos que mediante el agua podían medir el tiempo.

Esfinge

La Esfinge es el nombre helenizado de un ser fabuloso, generalmente representado como un león recostado con cabeza de hombre. Los griegos también tenían su esfinge, pero al mismo Herodoto le sorprendió que la egipcia fuera tan humana, de ahí que la denominó Androesfinge. Su nombre en egipcio es «Sheps- anj», cuya traducción es imagen o estatua viviente.

Estas criaturas eran señal de realeza, ya que daban cuenta de la fuerza y el poder del león, pero también de la vida después de la muerte, motivo por el cual aparecen en las tumbas en forma de relieve. Incluso se llegó a representar a dioses, como Amón, con esta forma.

Por otro lado, muchas esfinges eran construidas cerca de templos, en la creencia que cobraban vida y protegían el templo durante la noche.

Serpopardo

Este era un animal mitológico conocido en el Antiguo Egipto, pero también en la zona de Mesopotamia. Esta criatura, como su nombre lo indica, era una combinación de un leopardo y una serpiente. Sin embargo, en muchas imágenes, en rigor de verdad, son más que nada leones serpenteantes.

Para muchos esta criatura, que incluso figura en paletas para cosméticos predinásticos, era símbolo del caos o desorden que reinaba más allá de Egipto. El rey debía dominarlos. Finalmente, hay que decir que muchas veces se lo figuraba dominados o sujetados.

Momias

Las momias aunque en algún punto devienen de seres humanos, no dejan de ser criaturas muy importantes dentro de la mitología egipcia. Los egipcios en buena parte de su historia tuvieron la manía de conservar los cuerpos de los fallecidos, sobre todo de la realeza, ya que casi exclusivamente para ellos era accesible este proceso.

Recordemos que en el Juicio de Osiris, el alma del ser humano, mediante una balanza que tenía en un platillo el Ib (corazón en tanto conciencia y moral) y en otro la pluma de Maat (justicia y verdad universal), se jugaba la inmortalidad o la desaparición definitiva.

Lo curioso es que la inmortalidad obtenida, en caso de una sentencia favorable, en presencia del escriba Tot, significaba una unión del Ka (fuerza vital), el Ba (la fuerza anímica) y la momia, para formar el Aj, el ser benéfico que viviría eternamente en los campos de Aaru. De ahí deriva lo elemental de tener que conservar a las momias: el alma importaba, pero también el cuerpo.

La momificación estaba compuesta por múltiples pasos y los sacerdotes que la llevaban a cabo eran representantes de Anubis, una de las figuras dominantes del Duat o inframundo egipcio, quien justamente era el encargado divino de tales menesteres. Asimismo, este proceso purificaba y hacía divino al cuerpo, a imagen o imitación de Osiris.