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Mitos y leyendas cortas para niños

Los mitos y leyendas para niños de las diversas culturas comportan un manantial inagotable de personajes, cuentos, aventuras, sucesos extraordinarios y explicaciones. Por eso aquí los niños podrán encontrar, en compañía de los adultos, relatos sumamente edificantes, con enseñanzas, ideas morales y entretenidas a partir de los relatos extraordinarios que acompañan a los seres humanos desde tiempos pretéritos.

Mitos y leyendas para niños

¿Qué es una leyenda?

La leyenda es sin lugar a dudas un género literario que, si bien se puede considerar fantástico, sigue teniendo cierta raigambre en nuestra sociedad a modo de enseñanza de valores fundamentales y también, naturalmente, como forma de entretenimiento. La palabra, en cuanto a su etimología, ya nos da alguna pista de lo que se trata: el latín legenda, deriva de legere que significa leer, por lo tanto se deslinda que una leyenda propiamente dicha es algo que es digno de leer, de mención, si nos atenemos al contexto oral original, ya que cuenta sucesos bastantes extraordinarios o fuera de lo común.

Por ende, la leyenda es un relato, antiguamente transmitido de manera oral, en el cual se pueden combinar elementos reales con imaginarios o maravillosos, que pueden estar determinados dentro de un contexto histórico y geográfico. Y esto último es importante, porque en muchas ocasiones las leyendas son una suerte de fundamento o reservorio de la tradición para cierto lugar; es parte de su folclore.

¿Qué es un mito?

Un mito es una narración o relato maravilloso, en donde suelen ser protagonistas dioses, héroes o sujetos primordiales, personajes con grandes poderes o capacidades fuera de lo común mayormente. En muchas ocasiones podemos decir que un mito cuenta una historia fuera de la historia, el tiempo del mito, naturalmente, es un tiempo distinto al que podemos decir cronológico y si le damos la forma de lo último es solo por la incapacidad del ser humano para cavilar correctamente la eternidad.

El mito puede ser parte de un sistema de creencias de una cultura o civilización (aunque deberíamos cuestionar el hecho de pensar a estas últimas como compartimentos estancos, sino, todo lo contrario, son sumamente heterogéneas y movedizas). Ese mito puede ser parte de otros relatos, lo cual da como resultado una mitología entera. Las temáticas son tan variadas como el origen del universo, de todo lo que es, lo cual sería una cosmogonía; la creación de los dioses, que se denomina teogonía (muy emparentada con el primero, a veces haciendo imposible su división); si trata de la génesis del hombre en la tierra son antropogénicos, si hablamos de la edificación de naciones o culturas son fundacionales; etiológicos en cuanto a las cosas que se crean, como técnicas e instituciones de toda clase; morales si versan sobre el mal y el bien; y escatológicos, a fin de cuenta, si reparan sobre el fin de los tiempos (el relato cristiano podría ser un buen ejemplo).

En qué se diferencian los mitos de las leyendas

¿Y cuál es la diferencia más clara entre mitos y leyendas? En verdad, si nos ponemos desde la postura de sujetos occidentales actuales, la diferencia más diáfana es precisamente su nivel de realidad. Porque un mito, en tanto relato maravilloso en donde acuden seres extraordinarios, está inundado de comienzo a fin de algo que nunca tuvo lugar. De hecho, para quienes los abonaron, para quienes han creído en ellos, sí tuvieron lugar esos eventos, pero en otra época y todo lo que es y ha sido dimana a partir de estos sucesos que se desarrollaron más allá del tiempo. Por lo tanto, un mito es un modo de explicación (algunos dirían hasta un antecedente de lo racional, lo cual es absoltuamente discutible) de lo que nos rodea (el mundo, los seres humanos, hasta una pequeña planta o un medicamento, entre millares de otros ejemplos) a partir de un relato, cómo fue el mundo antes de que precisamente sea mundo o, mejor dicho, como se desarrolló este mundo con sucesos que en verdad no se podían dar cuenta con facilidad. La leyenda, en cambio, no solo se nutre de componentes quiméricos, sino también de realidades que efectivamente tuvieron lugar, que se pueden constatar y que crean un basamento lo bastante fáctico para toda una cultura, civilización o, en sentido más moderno, nación. De ahí que las leyendas sean muchas veces tan determinables cultural y geográficamente hablando.

Pero de lo primero se desprende algo que complejiza excesivamente todo, por lo cual hasta habría que poner en cuestión esa dicotomía entre realidad e irrealidad o fantasía. Es que un mito es un prototipo o, mejor dicho, un arquetipo muchas veces de lo que sucedería después: el modelo en el tiempo del mito; la réplica en el tiempo cronológico. Es decir, sirve de fundamento o explicación para instituciones, actividades, creación de utensilios hasta de animales; por ende, tenían un efecto de realidad bastante importante para múltiples culturas. En cambio, una leyenda en la mayoría de los casos queda como un simple relato, algo que pudo haber sucedido o no (esto último por sus componentes maravillosos), pero que tiene menor incidencia en el diario existir. El mito, por lo tanto, si descentramos la postura occidental, era sumamente real, hasta más real que la misma realidad ; en cambio, una leyenda podía serlo, incluso podía ser digna de ser escuchada, pero su incidencia en lo cotidiano terminaba siendo mucho menor.

Semejanzas entre mito y leyenda

Sin lugar a dudas, lo que puede mezclar o emparentar la idea de mito y de leyenda es su naturaleza narrativa, sobre todo cuando en gran medida ambas se basaban en la trasmisión oral. Entonces, en ambos casos, tenemos personajes maravillosos o sobrenaturales, sucesos extraordinarios, relatos, en definitiva, que son dignos de leer o de escuchar.  Asimismo, podemos decir que ambos son de origen popular, es decir, que a grandes rasgos estaban abiertos a todas las personas (aunque tenemos que tener bastantes reservas en esto). Ligado con lo último, su consistencia y también su modificación, más proclive esto último en las leyendas, se debía a que estos relatos pasaban de generación a generación. Por último, ambos  se relacionan con las culturas específicas que los engendraron, ya que por más que los mitos intentan con toda sus fuerzas velar su origen particular, debido a que por lo general dimanan de una vocación sumamente etnocéntrica (quienes los erigieron y crearon no lo pensaran de ese modo). Con esto queremos decir que el mito habla de una cultura, más allá que nos cuente cómo se creó, por ejemplo, el universo entero o quienes fueron los primeros seres humanos en esta tierra.

Beneficios de las leyendas infantiles

¿Y por qué leyendas infantiles? En primer lugar, habría que anunciar que el hábito de la lectura o incluso, para los pequeños que no saben aún leer, la escucha, es sumamente primordial para el desarrollo de la imaginación, no entendiéndola como algo a limitar o irreal, sino como un hermoso propulsor para la inteligencia del niño, en donde no se obvian tampoco los razonamientos más elementales. Por lo tanto, una leyenda cautiva, entretiene; pero también ayuda a formar en el pequeño brotes de interés, de pensamiento, de cavilaciones que pueden continuar más allá del mismo relato. Asimismo, habría que anunciar que cualquier nuevo conocimiento para un niño es aire fresco, de cara a los flamantes que se pueden adquirir, a su capacidad de inquirir, investigar, hasta cuestionar.

Por lo tanto, las leyendas para niños, con sus relatos variados, pueden generar un efecto sumamente benéfico en cualquier niño.

Las mejores leyendas para disfrutar en familia

Aquí, por lo tanto, dejaremos las mejores leyendas infantiles para disfrutar en familia. No se encontrará en ningún otro sitio una cantidad tan exhaustiva de relatos, constantemente actualizados, a los que se podrá acceder con un solo clic. En ellos se hallarán historias divertidas, con enseñanzas, pedagogía, explicaciones de orígenes de elementos sumamente variados y, naturalmente, mucho conocimientos que podrán incorporar tanto los grandes como, sobre todo, los pequeños.

En estas leyendas cortas para niños se verán relatos divertidos de todo tipo, entretenimiento accesible para los pequeños y los grandes, además de ser una magnífica oportunidad para disparar la imaginación y el pensamiento.