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Dioses Celtas de la mitología

Sin lugar a dudas la civilización celta fue llamativa por sus esplendor, su ampliación y también por lo poco que ha quedado con el paso del tiempo. A ellos también le podemos atribuir un gran panteón divino, por tal motivo, a continuación, presentamos los principales dioses celtas de la mitología.

Dioses Celtas

El mundo celta refiere a un conjunto de civilizaciones lo bastantes dispersas, que compartieron la cultura material iniciada en la primera Edad de Hierro y luego en épocas posteriores. Por supuesto que tenían cultos bastantes desarrollados, por lo que a continuación presentamos sus principales dioses.

Sucellus

En la mitología celta Sucellus era una divinidad de la agricultura, los bosques, la medicina tradicional celta y las bebidas alcohólicas (sobre todo, entre los galos). Es un hombre corpulento, fuerte y barbudo de mediana edad. Lleva consigo en ocasiones un martillo de mango largo o incluso un barril de cerveza.

Su representación no siempre es en solitario, ya que a veces se lo exhibe con su esposa Nantosuelta. Juntos son asociados a la prosperidad y al mundo doméstico. Es importante recordar que Sucellus o Sucellos fue venerado en tierras tan variadas como las Galias, pero también en determinadas regiones de Lusitania.

Taranis

Taranis en la mitología celta era el dios del trueno (taran quiere decir trueno) o más que nada el ruido que hacía, por eso se lo mencionaba como «el atronador». Tenía un culto muy popular en las regiones de Galia, Austrias y Bretaña romanas.

Decir que simplemente era el dios estruendoso no le hace justicia a Taranis, ya que representa la destrucción y la fuerza sobrenatural de las tormentas, pero también el cielo, la luz, la rueda cósmica que simboliza el ritmo de las noches y los días, el universo en su globalidad y hasta la noción de infinito.

Dea Dama

Dea Dama entre los dioses celtas es reconocida como la diosa madre y la ascendiente de todo el panteón celta. Fertilidad, juventud y muerte son algunos de los rasgos de esta divinidad que en sí misma representa una triada.

Ella es una suerte de la reina del panteón y el rasgo curioso es que representa una triada. Una diosa mujer como Dana, en tanto madre y símbolo de fertilidad; una diosa muchacha como Brigida, como símbolo de amor y juventud; y por último una diosa anciana denominada Anu, que da cuenta del misterio de la muerte y la trascendencia.

Esta divinidad, que era una suerte de representación total de la mujer (con todo el respeto sagrado que merecía) se asociaba la luz, la fertilidad, la compasión y benevolencia. Poseía un culto variado y si por esas cosas de la vida una cosecha no andaba bien se le sacrificaba un gallo en un ambiente líquido, justamente un río donde tres corrientes de agua se cruzaban.

Dagda

Dagda es un dios sumamente importante celta, sobre todo dentro del panteón irlandés. Una suerte de divinidad buena, con la magia de un druida, pero también con una capacidad de seducción de la cual las mujeres ni las divinidades femeninas se podían escapar.

Es de gran poder y algunas de las etiquetas con las que se lo nombra son la de «Padre Universal», soberano de la tierra, rey de la magia y hábil guerrero. Muchas veces se lo representaba con una gran maza o garrote, con cualidades extremas para poder matar al enemigo o hacerlo resucitar entre los muertos. Asimismo, podía aparecer con un caldero de la abundancia.

Lugh

Al igual que los panteones de otras civilizaciones, los celtas no se podían privar de una deidad polifuncional. Es el caso de Lugh, deidad de poderes ilimitados, bondad, belleza, patrón de los artesanos y las artes manuales, de los viajes, la acuñación de moneda y comercio en general. También puede ser considerado una divinidad solar del bosque.

Es representado como un joven apuesto, poderes ilimitados, una divinidad con todos talentos y que podía ejercer las más variadas funciones. La palabra Lugh está vinculado con lo blanco y luminoso.

Epona

En la mitología celta Epona era una divinidad muy popular, representada muchas veces como una mujer sobre el lomo de un caballo. Tenía el rol de proteger a los jinetes y caballos, además de asociarse con la fertilidad, la tierra, la sanación, el agua y la muerte.

Objetos asociados a ella eran las llaves, los planos y hasta los mapas. Y eso se puede relacionar con el caballo de manera perfecta: es que se pensaba que Epona era una especie de psicopompo, es decir, guía de las almas para hacerlas pasar de un mundo a otro.

Morrigan

Diosa de la muerte y la destrucción, también conocida como la dama de la oscuridad. Está presente en todas las guerras Morrigan e infunde en los soldados la ira, la violencia y fuerza. También se asocia al deseo sexual y se la representa con armas y armadura.

Sin embargo, no todo es oscuro en Morrigan, ya que para el universo celta toda muerte implica una resurrección, de ahí que esta deidad también este anexada a la vida. Puede tomar la forma del cuervo o la corneja, un animal lo bastante asiduo al tiempo inmediatamente posterior de una batalla.

Belenus

Belenus es uno de los dioses celtas conocido como una divinidad solar, del fuego y de la luz. Se lo denominaba el resplandeciente, por lo que se le atribuía un poder purificador y regenerador (no está lejana la idea de sanación). No es casualidad que se lo relacione con la rueda y los caballos, porque la antigua cosmogonía celta anunciaba que dicha divinidad podía tirar del sol mediante esos elementos.

Su culto es antiguo y sumamente variado, lo que se explica que fuera venerado en la Galia Cisalpina y la Narbonense, pero también en regiones hasta la Bretaña celta e iberia.

Cernunnos

Cernunnos es uno de los dioses celtas al cual se le atribuía el don de la fertilidad, lujuria, virilidad, renovación, abundancia y regeneración. Es representado como una figura masculina con las piernas cruzadas, cuernos de ciervo y barbado, sujetado a una serpiente. Por esto último también se lo reconoce como el amo de los animales salvajes.

Sus rasgos son la fuerza, la paternidad y el poder, de ahí que como toda divinidad multifacética se lo confundiera un poco con Apolo. Era un dios dadivoso, amo de la cacería; pero también se lo vinculaba en su función de psicopompo con la muerte.