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Las 10 Leyendas Peruanas más populares

Perú es un rico país de relatos e historias, tan fascinantes que puede maravillar a cualquier persona que las lea o escuche. En ese sentido, presentamos 10 leyendas peruanas populares y magníficas para compartir.

Las 10 leyendas peruanas más maravillosas

Duende minero

Estamos ante la presencia de una de las leyendas más famosas de la zona. El Muqui es un duende de pequeña estatura, que no llega al metro, fornido y con una cabeza unida al tronco. Su barba blanquecina, su tez claro y su cabello rubio describen esa presencia que habita las sierras peruanas. Lo singular de este personaje mitológico es que la leyenda cuenta que obstaculiza la labor de los mineros ocultando herramientas, haciendo ruidos o logrando desaparecer minerales; aunque también puede ayudar en el trabajo de los mineros, todo dependiendo, por decirlo de algún modo, de la empatía que tenga el duende con ellos. Se dice que si el Muqui llega a ser atrapado deberá trabajar para la persona o darle una gran cantidad de oro.

Demonio de los andes

Las quimeras son animales fantásticos, muchas veces una mezcla de distintos tipos. A Perú en ese sentido no le falta una historia semejante: tiene a su Jarjacha, una criatura parte humana y parte alpaca, de dos o tres cabezas, autóctono de distintas ciudades de Ayacucho. Su nombre proviene del tipo de alarido que realiza y se cuenta que nació como producto de un incesto, lo cual lo llevó a convertirse en un ser maligno que sale todas las noches a matar (su forma es hipnotizando a las víctimas). La manera de salvarse de esta maléfica alimaña es utilizando un espejo, ya que odia la Jarjacha verse a sí mismo y también, cuentan, el insulto a su ser.

El hombre oso

Y si de quimeras hablábamos anteriormente, la existencia de Ukuku, un ser mitad hombre y mitad oso, también la confirma. Hay distintas explicaciones sobre su origen: algunos afirman que un oso se enamoró de una mujer y la mantuvo en cautiverio durante años. Cuando el hijo concebido de ellos creció, la mujer pidió ser liberada y para cumplir el deseo el hijo mató a su padre oso.

Otra versión, algo más humanizada, cuenta que un gran guerrero se enamoró de la hija del inca (máxima jerarquía), pero no era el único, puesto que el hechicero del imperio también pretendía a la joven, aunque sus motivos eran algo más sibilinos: quedarse con las riquezas del imperio. Cuando el brujo se enteró que la doncella correspondía los sentimientos del guerrero, decidió convertirlo a este en un oso con anteojos. De todos modos, el amor pudo más pese a este hecho: la joven reconoce en ese animal a su amado y huyen. Fruto de esa unión nació Ukuku.

Este personaje es considerado un ser de bien que ha traspasado muchos mitos y es representado en fiestas importantes como las de Cuzco.

El Tunchi

Se dice que este es uno de los espíritus que protege a la selva amazónica y si somos más específicos tales espíritus refieren a personas que murieron en el bosque. El Tunchi o Tunche silba, además, cierta melodía y espera que los humanos le respondan con la misma canción. Sin embargo, ante la respuesta, esta criatura sí aparece y aterroriza a la persona que ha silbado como forma de respuesta. De todos modos, si la persona ha sido respetuosa de la naturaleza, el Tunchi no suele ser maligno con ella.

Árbol de la Lupuna

Esta es una leyenda que rodea a un árbol gigantesco y con forma de hongo. Lo curioso es que en la parte inferior se puede percibir un abultamiento, a partir del cual tribus diferentes del Perú decían que habitaba un espíritu, que  para muchos sencillamente una bruja. El árbol, según algunos relatos, se lleva la vida de mujeres que no han sabido respetar a la Lupuna, es decir, que han utilizado su madera para calentarse o realizar muebles. Asimismo, se dice que la parte inferior del árbol de vez en cuando revienta, produciendo un intenso sonido en la selva peruana que dura minutos. Luego el tronco cicatriza y comienza a inflamarse nuevamente, para repetir el mismo proceso.

La aparición de los seres humanos en la tierra

Esta leyenda está ambientada en el valle de Jauja, en Perú. Antiguamente, en tiempos del mito, esta zona era un gran lago con una roca en el medio, donde habitaba un monstruo llamado Amaru. Tulunmaya, dios del arcoiris, creó otro monstruo para que le hiciera compañía a Amaru. Sin embargo, a este no le gustaba la presencia de la otra criatura, motivo por el cual peleaban constantemente.

El Dios Tikse, estaba cansado de la pelea entre los monstruos, por eso los asesinó. Estos cayeron al lago y sus grandes cuerpos hicieron que el agua se desbordase y se vaciara, dando origen al valle que existe hoy. Se dice que los primeros humanos, con la muerte de las portentosas criaturas, salieron de sus escondites. Ya no se sentían amenazados con la presenta de Amaru. Esta fue la forma, en esta micromitología, de cómo llegaron los humanos a la tierra.

La vaca de fuego

Esta es una leyenda de La Calzada, departamento de San Martín, naturalmente en Perú. Según muchos lugareños, hace mucho tiempo, en las colinas de la región aparecía una vaca que tenía la sorprendente habilidad de escupir fuego. Vaca-Huillca, ese fue el nombre que le dieron, que quería decir de manera literal vaca sagrada. Cuando los habitantes del lugar se dieron cuenta que podía destruir a todo el pueblo, decidieron llamar a un mago para que la expulsara. Efectivamente, el hechicero logró su objetivo: alejó a la bestia, que se cuenta que ahora habita la laguna de Cochaconga.

El chupador de grasa

El Kharisiri puede ser un perro, un gato, un hombre o un bebé: cuenta con la capacidad de transformarse de múltiples formas. Se dice que esta horripilante criatura ha hecho un pacto con el mal y así obtuvo los poderes de la magia negra. Este mito es típico de la región andina Aymara, en donde se recalca que los Kharisiri son criaturas muy sigilosas, que hacen dormir a sus víctimas, debilitando a las personas para que, finalmente, les pueda sacar su grasa y sangre. El resultado es una cruenta agonía del que haya vivido semejante experiencia. Los curanderos son los únicos que tienen la solución para revertir el mal, por tal motivo se debe acudir a ellos.

El niño encantado

Esta leyenda relata que un día un niño de 12 años perdió su ración de carne y maíz. Entre sollozos se fue a la laguna, de la cual salió una joven que le preguntó cuál era el motivo de semejante tristeza. El niño le explicó que tenía hambre y ella le ofreció comida. Acto seguido, tomó su mano y se llevó al pequeño a las profundidades de la laguna, , de donde nunca salieron. Después de varios días, los padres encontraron al niño y a la joven en una cuava de Huayanqui.

Para quitarle al pequeño el hechizo, el padre lo envolvió con velocidad en una bufanda de lana. Luego le preguntaron cómo había llegado hasta ese sitio, por lo que el niño contestó que habían caminado con la joven a través del lago hasta la cueva en búsqueda de comida.

La barquita misteriosa

Cuenta la leyenda que, de manera más que misteriosa, las personas que se dedicaban a la pesca nocturna en la caleta de Cabo Blanco no volvían nunca de sus labores. Lo que sí regresaba, solitaria, era la misma embarcación, movida por el propio oleaje. Dicen que la desaparición de los pescadores es producto de un encanto y que, en Semana Santa, se aparece un barquito luminoso a partir de la medianoche. Esto produce un gran pavor y paraliza a quien lo observa, mientras la embarcación desaparece lentamente al adentrarse a la caleta.