Las leyendas son parte de la sabiduría popular, de los relatos que exudan las personas del pueblo y que por lo general cuentan con una gran transmisión oral. A continuación, como en ningún otro sitio, presentamos las mejores 9 leyendas de Guatemala para leer y disfrutar.
9 leyendas de Guatemala populares
El sombrerón
La leyenda versa sobre un hombre bajo, portando una guitarra, un cinturón y unas espuelas de plata. Un rasgo sobresaliente es su sombrero de alas anchas y que siempre monta a caballo. Se dice que este espectro anda tocando su instrumento en la calle y es muy enamoradizo de jóvenes de ojos grandes. Si por esas cosas del azar, el Sombrerón se ha fijado en una mujer, la sigue tocando una serenata y en la noche aparece, haciéndole una trenza en su cabello para que pierda el apetito y luego muera. La única manera para que la muchacha sobreviva es que se corte el cabello cuando haya sido seleccionada por él y así se podrá salvar.
El cadejo
El cadejo es una suerte de perro espectral que sale en la noche, uno blanco lleno de bondad y uno negro pletórico de oscuridad. La historia dice que el cadejo fue inicialmente un muchacho que estaba cansado de observar cómo su padre regresaba beodo por las noches y maltrataba a su madre. Decidió darle un susto al encontrarlo en el camino, vestido de perro el joven. Muchas veces lo intentó, pero su progenitor siguió bebiendo. Un día este intentó con un cuchillo sorprender al animal, dándose cuenta finalmente que era su hijo disfrazado. En ese preciso instante lo maldijo, diciéndole que por la eternidad acompañaría a los caminantes nocturnos.
El cadejo blanco es protector de las personas que andan por los caminos de la noche; el cadejo negro es agresivo y ataca a los viandantes.
La llorona
Guatemala también cuenta con su versión de esta historia tan transitada en los países de habla hispana. Una mujer que perdió a sus hijos y se convirtió en un alma en pena, buscando eternamente a sus pequeños y asustando a todo aquel que se tope en su camino. La Llorona aparece vestida de blanco y con el rostro cubierto con un velo, caminando lentamente hasta un lugar de agua donde desaparece.
La historia, más allá de sus variantes, habla de una mujer llamada María, que pertenecía a la clase alta y estaba casada con un hombre bastante mayor. Ella era sumamente despilfarradora del dinero en fiestas y eventos. Un día su esposo murió y con el paso del tiempo la fortuna desapareció. Ante la desesperación de no poder darle de comer a sus dos hijos, ella los lanzó en un río caudaloso. El remordimiento fue tan grande que se lanzó ella misma en el mismo lugar.
La Ciguanaba
Cuenta la leyenda que La Ciguanaba era en su origen una mujer llamada Sihuehuet, cuyo nombre quiere decir «mujer hermosa». Esta mujer tenía una relación con el hijo de un Dios, del cual quedó embarazada. Pero ella no era una buena madre, no cumplía sus obligaciones y contaba con un amante. Al descubrir esto, la deidad, que se llamaba Tlaloc, maldijo a Sihuehuet. La maldición era que de lejos parecería una mujer hermosa, pero de cerca sería un ser francamente horrible. Los habitantes de Guatemala dicen que es cierto: a lo lejos se vislumbra una muchacha bonita, pero de cerca su rostro se transfigura al de una yegua o incluso una calavera.
La Ciguanaba, cuentan, persigue a los hombres de noche, sobre todo si son borrachos o infieles. Los lleva a lugares desérticos o barrancos y si no mueren del susto, quedan absolutamente locos.
El carretón de la muerte
El carretón de la muerte es una leyenda tétrica de América Latina, porque de algún modo avisaba la muerte de una persona, ya que aparecía en la casa de la misma. Luego de fallecer, el carruaje recoge efectivamente al muerto. Algunos relatos cuentan que el carretón es movido por dos caballos y en algunos casos hasta expulsaban fuego. Asimismo, se suele anexionar quien maneja el carruaje, un espectro totalmente de negro como el resto de la carreta.
La tatuana
La Tatuana cuenta la historia de una mujer abocada a la brujería, motivo por el cual fue encarcelada y sometida a las leyes de la santa inquisición. Ante semejante situación, se dice que la mujer se volvió loca, hizo un pacto con el diablo y salió de la cárcel ¿El resultado? Ser condenada a vagar eternamente en un barco los días de lluvia.
Otra historia afirma que en la Guatemala colonial existió una mujer mulata, llamada Tatuana, que disfrutaba de los placeres carnales y de lujo, algo que no era bien visto por la Iglesia ni la sociedad del tiempo. Se la acusó de hechizar a los hombres, lo que llevó que fuera analizada por la inquisición y condenada a muerte. La muchacha se rehusó a confesar los pecados y cuentan que la noche anterior pidió que le dieran un trozo de carbón, velas y rosas blancas. Con los elementos hizo una altar, con el carbón pinto un barco en la pared y recitaba conjuros. Se dice que apareció el diablo y la llevó en ese mismo barco dibujado que tomó vida.
La gitana Vanushka
Una leyenda originaria de Quetzaltenango que narra la historia de la gitana Vanushka, una mujer que trabajaba en el circo. Un día asistió a la función el hijo del gobernador y quedó pasmado ante la belleza de la gitana. Ellos se enamoraron, pero se dieron cuenta que era un amor prohibido. En definitiva, tanto los padres del gobernador como los de Vanushka se opondrían a un posible matrimonio. Así los progenitores los separaron y se cuenta que el llanto fuerte y agónico de la joven hizo que su corazón dejara de latir. Desde entonces, se dice que el ánima de la gitana ayuda a encontrar amores perdidos.
La Cegua
Guatemala cuenta con una gran cantidad de doncellas demoníacas y este es otro ejemplo. La Cegua es una hermosa mujer que suele aparecer de noche a los hombres mujeriegos que van por caminos solitarios. La mujer va caminando sola y pide al hombre que va pasando en su caballo que le ayude llegar a su destino. Cuando el hombre accede y la mira lujuriosamente, la Cegua le da una mordida en el cachete dejándole una marca para siempre. En la actualidad sigue apareciendo, aunque pide un aventón al lado de la carretera.
El mico brujo
Esta es una leyenda que se originó en tiempos de los mayas, hace medio milenio y que se mezcló con algunas creencias aportadas por los españoles luego de la conquista. Trata sobre una cohorte de brujas que tenían el poder de transformarse en seres muy similares a monos por medio de rituales oscuros o demoníacos. Se dice que las monas aparecen después de la media noche cuando hay luna llena para buscar a los hombres que abandonan a sus mujeres, aunque cualquier curioso que se asome ante el bullicio puede ser atacado.