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Las 8 Leyendas Chilenas más famosas

Al hombre, desde tiempos pretéritos, le ha gustado contar historias, crear mitos y relatos no solo para divertirse, sino para explicar orígenes de todo: desde el universo hasta una forma de cosechar. Naturalmente, en ese sentido, Chile no es una excepción, por tal motivo presentamos a continuación 8 leyendas famosas de Chile para conocer, copiar y pegar. 

Las 8 leyendas chilenas más populares para compartir

La Pincoya

Todo comienza con Huenchula, quien era la consorte del rey del mar (para muchos, el nombre de éste era Millalobo). Ella hace poco había sido madre y su anhelo más grande era que aquel la dejara ir a tierra firme, para así llevar a su pequeña hija Pincoya y la conocieran sus abuelos.

El propósito evidentemente vio sus frutos: la mujer salió del mar, llevando a su hija en brazos, bien tapada con las algas de mar. Los padres de Huenchula tenían muchas ganas de vislumbrar la apariencia de su nieta; sin embargo, antes de hacerlo, la esposa recordó el aviso del marido: ningún ser humano podría ver nunca a Pincoya. Por tal motivo, la cubrió correctamente durante toda la visita.

Sin embargo, antes de irse Huenchula les pidió a sus padres que cargaran con la criatura unos minutos, debido a que ella iba a ir al barco que la llevó a tierra firme para buscar algunos obsequios. En esos instantes, los abuelos no soportaron la incisiva curiosidad y quitaron de Pincoya la última alga de mar. «No va a pasar nada si solo observamos unos segundos», anunció el abuelo.

Pincoya era la criatura más hermosa que hayan visto en la tierra. Quisieron cubrirla rápidamente, pero algo les impedía dejar de mirarla. Huenchula de regreso, al observar lo ocurrido, comenzó a gritar de manera desesperada. La pequeña, sin que sus abuelos se dieran cuenta, poco a poco se empezó a convertir en agua cristalina. La madre la tomó en sus brazos y se dirigió en dirección al mar. Sin pensarlo se zambulló en el agua hasta llegar a los dominios de su esposo, pero para cuando llegó frente a este la niña ya era toda una adolescente.

A partir de entonces la Pincoya es la protectora del mar, la que calma las mareas para que los marineros vuelvan al puerto y la que, junto a su hermana la sirena, lleva los cuerpos sin vida a que reposen en el Caleuche, una embarcación mítica en donde los humanos descansan por la eternidad.

El Camahueto

El Camahueto es una criatura mitológica chilena, que según los lugareños tiene la apariencia de un ternero, pero muy hermoso: su pelaje es de un verde brillante. Tal vez una de sus grandes particularidades es que tiene un cuerno en la frente, como el unicornio. Los relatos fantásticos dicen que esta criatura nace en las capas subterráneas de la tierra, a partir de los restos de los mismos cuernos.

También se dice que las curanderas utilizaban el cuerno como ingrediente principal de sus brebajes, tanto para leves infecciones como enfermedades degenerativas. Sin embargo, la dosis tenía que ser justa, ya que de lo contrario el paciente podía sufrir dolores crónicos en la cabeza y, en casos extremos, episodios de locura.

En la actualidad, en algunos mercados de Chiloé se ofrece la raspadura de Camahueto para aliviar malestares, aunque, en verdad, es simple ralladura de conchas de mar.

La Lola

Esta no es solo una leyenda afamada en Chile, sino más allá de sus fronteras. Aquí hablamos de un relato que cuenta las apariciones del espíritu de una mujer joven, quien arrastra el féretro de su esposo. Es que Dolores o Lola, entre sus seres queridos, antes de presentarse como espectro, había sido una mujer muy guapa, aclamada y deseada por casi todos los hombres de su pueblo. Su padre, celoso y de familia pudiente, solo quería que su retoño se uniera en santo matrimonio con alguien de su misma clase social y no con cualquiera. Sin embargo, porque el amor no sigue reglas, un buen día la muchacha conoció a un minero humilde y el flechazo fue inmediato. Lola sabía que su padre nunca aprobaría semejante pareja, por lo que en una noche fría decidió huir con su amado.

Con el tiempo, el marido de Dolores se convirtió en un hombre poderoso y rico, gracias a que trabajaba en varias minas en donde se extraía oro y plata. Sin embargo, la pareja no era feliz: el marido le era infiel a su mujer. Ante semejante situación, la crónica es clara: un día Lola decidió esperar a su esposo en la casa, no musitó una sola palabra y lo apuñaló directamente en el corazón. Instantes después, la mujer se fue gritando incoherencias al cerro y después regresó al pueblo, contándole a los lugareños que a su esposo lo habían asesinado unos ladrones.

En la mente de Dolores, sin embargo, día tras día esa mentira se fue convirtiendo en verdad, a tal punto que un día, en un rapto de locura, tomó el ataúd donde descansaban los restos de su esposo y salió a la calle, buscando los asesinos de su marido.

Se dice, como cuento del norte chileno, que en las noches de luna llena muchas veces se puede escuchar el sonido que produce el féretro deslizándose sobre la tierra.

Los Payachatas

Porque el amor siempre es más fuerte. Sí, así se puede resumir la siguiente historia. Es que la misma versa de dos jóvenes, príncipe y princesa de tribus rivales que están perdidamente enamorados, a pesar que sus seres queridos intentan una y otra vez separarlos.

Ante la fuerza de este amor, la naturaleza y los dioses enviaron señales a las tribus para que cambien su actitud y dejen a los jóvenes estar juntos; no hicieron caso. En una realidad de impotencia absoluta, porque no podían evitar semejante cariño, las tribus decidieron sacrificar a ambos príncipes. Los dioses, ante semejante barbarie, castigaron a ambas poblaciones trasladando azotes de toda clase a la región, hasta que ya no quedó nada ni nadie.

Con el tiempo nacieron dos lagos en el mismo lugar donde habitaron las tribus, en homenaje al produnfo cariño de esos dos enamorados.

El Culebrón

El Culebrón es un animal mítico, que para muchos estudiosos está emparentada con otras criaturas análogas en el continente, por ejemplo,  Quetzalcoatl, uno de los grandes dioses mexicas. En efecto, la leyenda relata que en algún momento existió una culebra de gran tamaño, con un cuerpo muy denso, con alas en los lados de su cabeza, las mismas que utilizaba al ocultarse el sol, debido a que era una criatura que le agradaba salir de noche. En la mañana, se dice, el culebrón se ocultaba en las cavernas.

Asimismo, se piensa que esta criatura fantástica y curiosa nunca causó ningún malestar a los hombres y su alimento preferido era la sangre de las cabras recién nacidas (tal vez alguna conexión con el mito del Chupacabras).

El fantasma del palacio Rioja

 

En la calle Quillota esquina 3 Norte, de Viña del Mar, está ubicado el mencionado palacio. El solar donde se emplaza el edificio perteneció a los terrenos de la quinta San Francisco, residencia de José Francisco Vergara y su mujer Mercedes Álvarez hasta el traslado a la quinta Vergara. En 1907 fue comprado dicho sitio por Fernando Rioja Medel, quien le encargó a un arquitecto francés la edificación de la nueva residencia.

El relato nos dice que Don Fernando, miembro de la aristocracia viñamarina, casó a su hija con un noble español. Luego del casamiento, este hombre devolvió a la mujer a su padre, ya que no era virgen a causa de haber tenido amoríos con un cochero que había sido asesinado. Y según el rumor local, allí vaga el alma en pena de este chico buscando a su amada.

Lo mismo puede decirse del espíritu de Don Fernando Rioja, quien murió en el mismo palacio: se dice que deambula en las espaciosas habitaciones, vestido a la usanza de su época. Incluso se dice que su presencia se ha sentido en el Conservatorio de Música, que se encuentra actualmente en los subterráneos del edificio. Cuentan que el piano suena sin que nadie lo toque. Asimismo, se afirma que pasan muchas cosas y que un fantasma ha sido visto por varias personas.

En 1956 el palacio fue adquirido por la municipalidad de Viña del Mar y fue utilizado como lugar para actos ceremoniales y culturales diversos. En 1971 el edificio fue sede de la alcaldía y, finalmente, a partir de 1979 se utiliza al Palacio Rioja como museo de arte decorativo. Aunque para muchos, incluso hoy, el verdadero atractivo es toparse con alguna actividad paranormal, de la que tanto hablan los lugareños.

La laguna del Inca

En Portillo, la Laguna del Inca no solo es sumamente visitada por sus aguas tranquilas color esmeralda, sino que también es famosa por una historia de amor. Cuenta la leyenda que el inca Illi Yupanqui estaba enamorado de la princesa Kora-Llé, aclamada por ser la mujer más hermosa del imperio, y, en ese contexto, decidieron casarse. Cuando llegó el gran día, ella muere al cumplir un último rito antes de llegar al altar. Frente a esto, Illi Yupanqui decidió darle el entierro que su amada merecía y colocó su cuerpo exánime en las profundidades del lago. Desde entonces, el agua se tornó en color esmeralda, el mismo color de los ojos de la princesa.

Por otro lado, se dice que el inca lloró a su amada hasta sus últimos días y que hoy en día se pueden escuchar los rumores de Illi Yupanqui a orillas de la laguna que lleva su nombre.

El Caleuche

La leyenda cuenta que el Caleuche es una nave fantasma que surca los mares a la deriva, los cercanos a Chiloé, así como los canales que se hallan en el suroeste. La tripulación del barco está compuesta por poderosos hechiceros, una embarcación que en las noches de luna llena despliega sus velas y emana sonidos de varios instrumentos musicales. Se dice que no puede ser vista de día y muchas veces una capa de neblina tapa al navío.

Asimismo, si se trata acercarse al Caleuche, la embarcación se convierte en una tabla de madera que es imposible atrapar. Es decir, el intento de llevar a la orilla el tablón es imposible, ya que siempre se adentra un poco más en el mar. En otras ocasiones, el barco fantasma se transforma en roca y sus tripulantes en pájaros. Para los adictos a esta historia, en verdad las personas que se encuentran en la embarcación en algún momento fueron hechizados y convertidos en una suerte de esclavos. Y como todos estos espectros tienen una pierna atada a la espalda, para andar necesitan dar saltos. Por último, ninguno de los que se encuentra a bordo recuerda su nombre o cómo llegó allí.

La advertencia que hacen todos los creyentes chilenos sobre el Caleuche es que nunca se lo mire de frente, ya que  si sucede eso al observador se le torcería la boca, como castigo al vislumbrar una embarcación conducida por brujos.