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Fábulas para niños cortas

Las fábulas son historias que nos permiten aprender por medio de bonitas moralejas. Desde hace algunos años disfruto de escuchar y contar feabulas. Todo tipo de fábula me agrada, desde las fábulas para dormir, las de cuentos de hadas medievales, las de animales, etc. Es bonito ponerse en contacto con algo especial, y lo más especial que sucede cada vez que lees o que escuchas fábulas es la magia.

Fábulas cortas para niños

Ver una fábula representada en el teatro, en el cine o en las hojas de un libro no cambia mucho el resultado. Porque en cada uno de nosotros todavía hay una parte infantil que ha crecido con las fábulas y los cuentos de hadas y a través de las cuales ha aprendido a conocerse a sí mismo, a aceptarse a sí mismo y a superar sus temores, porque los cuentos de hadas guían a los niños a descubrir su propio mundo emocional.

Para que sirven las fábulas

Las fábulas les dan a los niños, y a otros, la oportunidad de descubrir su propio mundo emocional. Es posible, a través ellas,  aprender nuevos patrones de comportamiento, aprender a responder más eficazmente a situaciones difíciles o incómodas y sabemos que siempre dejan una moraleja. De esta manera aprendes a no ser vencido por las emociones que experimentas. Reconocerse a sí mismo en los protagonistas, identificarse, les dará una manera de ponerse en contacto con esas emociones, aprenderán a reconocerlas, les darán un nombre y luego las expresarán.

A menudo, cuando escuchas un cuento de hadas, estás totalmente absorto en él. Más aún en el caso de los niños. De hecho, el niño entra totalmente en el mundo de las hadas, se viste con la ropa y las acciones de sus protagonistas. Aquí se convierte en un hada, un león, un mago un príncipe o una princesa. El momento de las fábulas sin dudas es un momento especial para cualquiera, niño o adulto!

El momento de las historias contadas y escuchadas por mamá y papá, quizás acurrucados en sus brazos, adquiere un significado emocional mucho mayor que el gesto en sí. Es uno de los tipos de mimos que un padre puede dar a un hijo.

El momento de la lectura de una fábula es muy importante para la relación entre padres e hijos. El tiempo que un padre dedica a su hijo habla de generosidad, instruye sobre el placer de dar y recibir. Es un tiempo que muestra cariño y paciencia. Es un momento rico en presencia, en el que el «ser» solo es en sí mismo un momento que le da seguridad al niño, lo ayuda en el crecimiento de sus capacidades emocionales y cognitivas. Este espacio puede estar lleno de preguntas, historias sobre cómo fue el día, reflexiones, fantasías e imágenes. Es un espacio fructífero en el que puede crecer la confianza en sí mismo, la capacidad de superar pequeños temores, inseguridades y conflictos. Por lo tanto, es mucho mejor poner a los niños a dormir de esta manera, en lugar de hacerlo frente al televisor o en la habitación solo.

Las fábulas pueden ser útiles para fomentar la confianza en sí mismos, para comprender mejor algunos eventos que pueden ser una fuente de angustia y, en última instancia, proporcionar y dejar un rastro, en la memoria emocional, de lo que significa «sentirse cuidado y bienvenido», una experiencia fundamental para el crecimiento.

Al trabajar con adultos, lo encuentro en mi trabajo, ya que algunos de ellos no han desarrollado un espacio de bienvenida y cuidado por sus sensaciones dolorosas en sus vidas, al no poder encontrar en sí mismos los momentos en que se sintieron cuidados o escuchados. Por lo tanto, piense qué tan importantes pueden ser los cuentos de hadas o fábulas antes de acostarse: 15 minutos por noche podrían ayudar a su hijo a enfrentar numerosas experiencias dolorosas en el futuro. Porque a través de los cuentos de hadas, mediante el uso de la metáfora, se ayuda a los niños a descubrir diferentes formas de interpretar las situaciones y mejorar su capacidad para resolverlas. Los cuentos de hadas nos enseñan a ser pacientes, a ser empáticos, a observarnos, a tener coraje, a aprender reglas de comportamiento, a comprender qué es la belleza y la generosidad.

De esta manera ayudamos a los niños a desarrollar inteligencia emocional. Este es un gran recurso que no está desarrollado en todos ellos, pero tiene una importancia fundamental para el manejo de las emociones (ansiedades, temores, etc.) y para mejorar las habilidades interpersonales con los demás.

A partir de que edad son importantes las fábulas

Hay fábulas para todas las edades. Por increíble que parezca, a la edad de un año, los niños pueden prestar atención a cuentos cortos y simples, por ejemplo, pequeños folletos hechos de figuras simples. Luego, al crecer, te darás cuenta de que los niños son capaces de seguir cuentos cada vez más complejos. Alrededor de 3 a 4 años, su interés se centrará en aquellas historias que se refieren a sus actividades diarias, como comer, dormir, vestirse, jugar, cepillarse los dientes. En cambio, alrededor de 4-5 años le gustará escuchar e identificarse con historias sobre hadas, princesas, caballeros, magos, animales.

Es importante desarrollar la imaginación, tanto para la edad infantil como, en el futuro, para la edad adulta. Es útil comprender y superar las tragedias de la vida, como el abandono, la maldad, el miedo. La lectura de las fábulas es gratamente experimentada por ambos sexos. Y como dijimos al principio de este artículo, las fábulas no son exclusividad de los niños. Si un adulto no elige este camino de las fábulas habría que preguntarse porqué. Por lo tanto…sugerimos sumergirse en el mundo de las fábulas, que además nos dejarán enseñanzas!