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Dioses Toltecas más importantes de la mitología

Los toltecas, una civilización mesoamericana que antecedió a los aztecas, dieron lugar a una multitud de dioses que recibieron cultos de diversas intensidades. A continuación, como en ningún otro sitio, presentamos información de los dioses toltecas más importantes. 

¿Quiénes son los Dioses Toltecas?

Los Toltecas, como la mayoría de las civilizaciones del mundo, fecundaron una religión politeísta, lo cual conllevaba el culto y la creencia de una buena cantidad de dioses. Es importante recordar que este pueblo mesoamericano adquirió gran importancia en lo que se conoce como el periodo posclásico, es decir, entre 900 al 1150 a.C. Su centro de poder fue la ciudad de Tula.

Los especialistas han remarcado su rica vida religiosa, marcada por la difusión del culto a Quetzalcóatl, la serpiente emplumada (una deidad si se quiere transcivilizacional). Los Toltecas eran una sociedad guerrera, que practicaba el sacrificio humano como medio para ganarse los favores de las deidades y en donde el componente militar tenía una importancia sumamente elevada como el religioso. De hecho, referido a lo último, la mayoría de los edificios de Tula poseían una funcionalidad religiosa.

Esta cultura tuvo un punto poderoso de apogeo en cierto momento de la historia, ligando sus influencias el Atlántico con el Pacífico, sobre todo luego de la caída de Teotihuacán. Las guerras, los estados vasallos y el comercio ayudaron en la expansión de una civilización que llegó hasta los descendientes de los mayas y que incluso los aztecas consideraban como un punto elevado y culminante.

Lista de Dioses Toltecas

El idioma de los Toltecas era el náhuatl, su forma de gobierno era la monarquía y dejaron un importante legado artístico, arquitectónico y mitológico. A continuación haremos referencia a lo último, en relación a cada uno de sus dioses más importantes.

Quetzalcóatl

Este es el dios principal del mundo tolteca, compartido con los mayas, los aztecas y otros pueblos. Representa al dios de la vida, la sabiduría, la luz, la fertilidad y el conocimiento.

Asimismo, fue considerado el patrón del día y de los vientos, residía en occidente y se lo denominaba «serpiente hermosa o emplumada». Esto último aludía tanto a su cuerpo físico como espiritual. Es la deidad principal porque, entre muchas cosas, dio luz al quinto sol y creó junto a Xótotl la humanidad.

Tezcatlipoca

Es conocido como la dualidad de Quetzalcóatl, pero con una faceta destructiva. Era el dios de la noche, el destino, el Señor del cielo y la tierra, además de proteger al hombre y ser fuente de vida.

Se lo representa muchas veces como un espejo negro y humeante, con él podía verlo todo y así atacar a sus enemigos. Era un hechicero, adivino y experto en magia negra.

Matlalcueye

Es considerada en el prolífico panteón tolteca como diosa del agua viva y las corrientes de agua dulce. Era la esposa de Tlaloc y su nombre hace alusión a una falda verde, posiblemente en alusión al sitio donde nacían los mismos ríos.

Tlaloc

Era una divinidad vinculada al agua y la lluvia. Se lo adoraba durante el primer mes del año para garantizar la temporada de lluvia, la cual hacía florecer los cultivos.

Estamos ante la presencia de una de las divinidades más antiguas, cuyo culto se perpetuara, por ejemplo, en otro pueblo como el azteca posteriormente. Su nombre se traduce como «el néctar de la tierra».

Huixtocihuatl

Esta era una deidad de la fertilidad, amante de la sal y el agua salada. Podría considerarse una dualidad de Matlalcueye, pero no hay un acuerdo unánime al respecto. Alrededor de su culto, en una sociedad como la tolteca, habían sacrificios humanos, en donde las mujeres bailaban y cantaban en las cercanías de la víctima vestida de diosa.

Xochiquétzal

Es la deidad de la belleza, las flores, el amor, el placer y por conexión también las artes. Era otra esposa de Tláloc y era adoraba con flores de cempasúchil. Asimismo, también se la conoce como patrona de los jóvenes y los partos, razón por la cual está asociada a la fertilidad.

Cipactli

Era un dios perteneciente también a otras culturas, aquel que proporciona la comida. Representa al primer hombre y a su esposa. Es importante recordar que para los aztecas (una cultura posterior pero absolutamente vinculada a la tolteca) esta divinidad era una suerte de monstruo marino.

Tonacacihuatl

Considerada como la primera mujer, para la cultura tolteca era la diosa protógona del sustento, de la furtividad o discreción, de lo inerte e inherente.

Mixcóatl

Podemos considerar a esta deidad como muy importante desde el punto primordial que era patrón de los cazadores, una de las actividades más importantes para los toltecas. Ellos antes de salir de caza se encomendaban a esta deidad para que le diera buena fortuna y el valor necesario. También se lo conoce como Camaxtli.

Xipe Tótec

Era la deidad de los orfebres o trabajadores de oro. Era visto como un dios sumamente poderoso, sediento de sangre, que exigía sacrificios humanos para garantizar la prosperidad todos los años.

Ixotecuhtli

Su nombre se puede traducir como «Señor de los ojos» y era una divinidad asociada a lo libre, a la libertad. Se lo representa con alas azules, es tan rápido como el viento, atraviesa paredes y según el cronista y misionero franciscano, Bernardo de Sahagún, es una deidad muy antigua. Él mismo recalca que es posiblemente tolteca, a pesar que para la llegada de los españoles solo habían vestigios de la civilización que estudiamos ahora.

Itztlacoliuhqui

Esta es una divinidad oscura del panteón tolteca, al ser considerado representación del frío, el hielo, el invierno, el castigo, el pecado, la miseria humana y los desastres. Asimismo, podemos decirlo aparte por su importancia: también era la deidad de la obsidiana, el material con el cual se solían hacer los cuchillos con los que se sacrificaban a personas (la misma era de color negra).

Ehécatl

Este es el dios de un elemento tan primordial como el viento, lo cual indica como las culturas mesoamericanas habían reconocido la importancia del aire, fuego, agua y tierra, que eran gobernantes de sus creencias y de algún modo realidades vitales de su existir.

El viento solía estar relacionado con tormentas, humedad, vida y regeneración vegetal. Su pico rojo servía para desviar el camino hacia Tláloc, el dios de la lluvia.

Xólotl

Este era el dios del ocaso, los espíritus, el fuego de la sabiduría y la mala suerte. Era también el señor de la estrella de la noche y del inframundo tolteca, que conduce al Sol cuando pasa.

Xochipilli

Príncipe de las flores, señor del sol de la mañana, es considerado un numen festivo, relacionado con la música, la danza, la primavera y la vegetación. También se lo relaciona con el amor, el entretenimiento y el azar. Tuvo un culto muy importante.

Citlallicue

Diosa creadora de las estrellas y también de otros dioses, además de  amante de la Vía Láctea. Suele vincularse a otros numeres como suerte de maridos.

Citlalatonac

También vinculado a las estrellas como creador, asociado a Citlallicue, con quien habrían creado la Vía Láctea. Su nombre en náhuatl significa «estrella brillante».

Ometéotl

Dios de la dualidad, considerado como el dios creador del universo, de los hombres y también el dios supremo de todo lo que existe. Su nombre significa «dios de dos». Tuvo como hijos cuatro deidades que se ubican en cada punto cardinal.

Mictlantecuhtli

Otra divinidad que se comparte con otras civilizaciones, entendido como el dios de la muerte y del inframundo. Es el compañero de las almas en las sombras y un Señor, que sin embargo, da y promueve la vida. Fue muy temido por su carácter.

Huehuecóyotl

Denominado «coyote viejo», era el dios de la danza, las artes y la plumaria (en sentido estricto, elaborar objetos con plumas). Asimismo, para los toltecas representaba las propiedades de los animales: ferocidad, valentía y lucha, que consideraban imprescindible para la guerra.

Xiuhtecuhtli

Su nombre nos indica que es el Señor de la hierba, pero también estaba conectado con el fuego y el calor. En diversas culturas mesoamericanas aparece, aunque bajo distintas representaciones.

Itzpapálotl

Su nombre se traduce como «diosa de obsidiana» y para los toltecas era una deidad central en su sistema de creencias. Era la diosa del sacrificio y la guerra, lo cual no es casualidad porque justamente eran los cuchillos de obsidiana los que cegaban la vida de los potenciales sacrificios.

Contaba con cuchillos en sus alas y su figura representaba el renacimiento y la regeneración.

Tlahuizcalpantecuhtli

Es un dios relacionado con la energía vital del amanecer, ya que representa su nombre «la estrella del amanecer». Diversas culturas han hecho alusión porque en sí todo esto estaba asociado a Venus, el lucero del cielo.

Metztli

Es una deidad que se compartió con otras civilizaciones, como la diosa de la luna. Asimismo, estaba relacionada con sus dominios sobre la tormenta, inundaciones o agua que pudiera traer vida.

Toci

Muchas discusiones se han generado en torno a esta deidad, pero se sabe que su culto está asociado al cuidado de la salud y el mantenimiento de la vida. Se la considera una diosa de los médicos, parteras y cirujanos.

Cihuacóatl

La «mujer serpiente», según la traducción, es considerada la diosa del nacimiento. Está asociada a la medicina, la salud, los abortos y los heridos. Muy extendido en mesoamérica.

Atlacoya

Esta diosa también está extendida en el mundo mesoamericano y representaba la sequía. De hecho, su nombre significa agua triste, en referencia a lo austero y a la misma desesperanza. Era una devoradora de la fertilidad, por lo tanto una divinidad algo temida para los toltecas.

Ixtlilton

Para los toltecas era el dios de la medicina, la danza, las fiestas y los juegos. Asimismo, se le rendía culto por sus dominios sanadores.

Huitzilopochtli

Se lo vincula como regidor del sol y en Tula, cuna de la civilización tolteca, era el dios de la guerra.

Tonacatecuhtli

En náhuatl su nombre está conformado por las palabras que representan al señor del sustento. Es un dios creador del todo, una divinidad central que más allá de las variantes se lo venera mucho en mesoamérica.

Podemos decir, por lo tanto, que es una divinidad creadora y de la fertilidad, señor de la naturaleza y fuente del sustento diario. Domina los alimentos, por lo tanto es fraternal y bondadoso. Es, por último, el ser del centro porque por su accionar, en los tiempos primordiales, se dividieron las aguas del cielo y la tierra que estaban juntas.