Saltar al contenido

Dioses Mayas más importantes de la mitología

La mitología maya es rica en relatos, historias y divinidades de todo tipo que cumplen con funciones muy específicas en su mundo. A continuación presentamos información e imágenes de los dioses mayas más importantes.

¿Quiénes son los Dioses Mayas?

La mitología maya es marcadamente politeísta, esto quiere decir que su panteón está conformado por innumerables dioses, con distintos papeles y personificaciones, en la mayoría de los casos, de los fenómenos naturales.

Si bien por la actividad colonizadora ha quedado poco de la mitología maya, en sus dos grandes libros, Popol Vuh y el Chilam Balam, se encuentra una cosmogonía y dentro de ella la creación del mismo hombre. Este último fue producto de proyectos que en un inicio fracasaron: se lo intentó desarrollar a partir del barro y también de la  madera pero con malos resultados. Finalmente, surgió del maíz y se le asignó a la humanidad tareas como cortador de gemas, tallador y otras.

Al igual que otros politeísmos, las deidades mayas tienen descendencia, representan fenómenos naturales, se fijan a determinados lugares (como los señores del inframundo o Xibalbá) y sus relatos no cuentan con una excesiva sistematización a diferencia de los grandes monoteísmos.

Lista de Dioses Mayas

Los dioses mayas son múltiples, con diferentes características físicas y poderes. A continuación se presenta la lista de los dioses mayas principales. 

Kukulkán

Kukulkán es una gran deidad maya, poseedora de semejanzas con la serpiente emplumada y cuyo culto fue uno de los más relevantes en toda mesoamérica. Muchos la relacionan con Quetzalcóatl y su denominación varía de acuerdo a la cultura que lo acoja. Para algunos su raigambre es tolteca, para otros olmeca, lo cual da cuenta que esta divinidad preexistió a la misma civilización maya de Chichen Itzá, por ejemplo. En el Popol Vuh aparece con el nombre de Gucumatz, una de las divinidades creadoras.

Hurakán

 

Su nombre quiere decir literalmente «una sola pierna». Hurakán es el dios de la tormenta, el viento y el fuego, es decir, se lo asociaba a las temibles tempestades y, pese a que era técnicamente cojo, gustaba de realizar destrucciones en el mundo que los mayas sufrían.

Cuando enfurece nadie puede controlar su ira. Desde las nubes desciende su único pie y piernas dotado de prominentes garras destrozando todo a su paso. Es un dios con un poder descomunal, de aspecto usualmente reptiloide, con una corona en la cabeza y un objeto humeante como una antorcha. Finalmente, la mitología maya recalca que fue uno de los dioses que participó en la creación del hombre del maíz y que había realizado el diluvio universal para poner fin a los hombres de madera.

Tepeu

Tepeu, al igual que los dioses anteriormente mencionados, fue parte de las creaciones sucesivas de los hombres, relatadas en el libro Popol Vuh. Tepeu es una divinidad del cielo, adorado por darle vida a los hombres y ser portador de una gran sabiduría.

Hun- Hunahpú

Hun-Hunahpú es una deidad de la fertilidad y del juego de la pelota, además de ser padre de los héroes gemelos Hunahpú e Ixbalanqué. Para algunos estudiosos, durante la época clásica la denominación cambiaba en Hun Nal Ye.

Aparece esta deidad en el Popol Vuh e incluso se han encontrado restos en donde se asocia a esta deidad con el maíz, alimento sumamente importante para el pueblo maya. Por lo tanto, podemos decir que se lo vincula a la fertilidad en tanto actividad agrícola, productora de la tierra y también creación de nueva vida.

Ixmukané

Esta es una diosa maya del maíz, vinculada en la selección de varias clases de grano para dar lugar al hombre definitivo, ya que en el pasado habían existido de otro tipo y todos como intentos fallidos. También se puede llamar a esta deidad abuela del Sol o de la luz.

Ixmukané es una divinidad muy antigua que, según el relato del Popol Vuh, creó al hombre a partir del maíz blanco y amarillo, luego siendo cocinado en un caldo que dio la vida. Su nombre quiere decir «dueña del maíz».

Hunab Ku

Hunab Ku es una importante y misteriosa deidad maya. Lo primero porque se la considerada como la gran divinidad, única y solitaria; lo segundo porque por sus mismas características rompe con los rasgos usuales de estos seres. Para muchos Hunab Ku puede ser una intromisión posterior de la cristiandad, teniendo en cuenta sus características de unicidad e imposibilidad de ser representada.

Esta divinidad es la única que posee vida y de la cual provienen todas las demás cosas, tanto otras divinidades como todo lo que rodea el universo.

Chaac

Chaac era el dios de la lluvia y los relámpagos, representado en los códices con una prolongada nariz y dos grandes colmillos enrollados que le salen de la boca hacia abajo. Esta es una divinidad universal de primera categoría, pero no era uno solo: al igual que la hipóstasis cristiana donde uno son tres, Chaac era uno y cuatro, en donde cada uno de estos últimos representaba, con un color determinado, un punto cardinal.

Chaac era una divinidad benevolente, conectada con la creación y la vida. Y eso es comprensible: para el cultivador de maíz era vital que la lluvia se presentara para que su producto creciera fuerte y sano. Había templos y festividades abocadas a este dios.

Itzamná

Itzamná, si tenemos en cuenta que para muchos estudiosos Hunab Ku no tuvo una gran función social, era la principal deidad del panteón maya. Es representado como un anciano de mandíbulas sin dientes, además de ser el señor de los cielos, de la noche y del día.

Se dice que Itzamná fue el primer sacerdote, el inventor de la escritura y de los libros, que dio a muchos lugares de Yucatán el nombre con el que se los conoce y dividió las tierras de esa región. Es una divinidad muy antigua, posiblemente existente desde el período clásico. Fue muy venerado.

Ah Puch

Ah Puch era el dios de la muerte, con una calavera por cabeza, con las costillas desnudas y cubierta de círculos negros que sugieren la descomposición. Era una divinidad de primer orden, muy representada en los códices y rey del inframundo.

Es considerada una deidad malévola, asociada a la guerra y los sacrificios humanos. Asimismo, tiene ciertos acompañantes animales como el perro, el ave Moán y la lechuza, todas criaturas consideradas de mal agüero y de muerte.

Yum Kax

Yum Kax era el dios del maíz o de la agricultura, representado como joven y con una mazorca de maíz de ornamento en la cabeza. Era el patrón de la labranza, ocupado en gran cantidad de menesteres agrícolas y personificado como un sacerdote.

Si bien era compañero de la divinidad de la lluvia, en tanto personificación de una actividad muy importante para el ser humano tenía enemigos como el viento, la sequía, el hambre y hasta la muerte. No solo era muy venerada por los agricultores, sino también favorecía la suerte de los cazadores.

Xaman Ek

Xaman Ek era el dios de la estrella polar, quien aparece una buena cantidad de veces en los manuscritos. Se lo representa con la nariz roma y pintas negras peculiares en la cabeza. Su propia cabeza ha sido comparada con la del mono. Esta asociado con el punto cardinal norte, por lo que seguramente esta divinidad tiene su origen en algún cuerpo celeste que surcaba el cielo en aquellos entonces.

A Xaman Ek se lo denominaba «guía de los mercaderes», lo cual puede ser porque la estrella polar es la única fija que se observa en las latitudes de Petén y Yucatán (no cambia radicalmente de posición). Era considerada benévola y los mismos comerciantes le ofrecían copal en altares en las orillas de los caminos.

Ek Chuah

Ek Chuah tiene un labio grueso e inferior colgante, además de aparecer generalmente pintado de negro, que era el color de la guerra. Era una divinidad contradictoria, porque si bien era malévolo al representar la guerra, también era benévolo al ser propicio para los comerciantes e incluso a los productores de cacao, que le hacían ofrendas en sus plantaciones.

Como guerrero puede aparecer con una lanza en la mano, combatiendo, siendo vencido y tomando parte en la destrucción del mundo por el agua.

Ixchel

Ixchel era un personaje importante del panteón maya, pero para muchos estudiosos poco amigable en cuanto a su relación con la humanidad. Es la personificación del agua como elemento de la destrucción, las inundaciones y los torrentes. Sus símbolos a priori aluden a la muerte y destrucción: una serpiente retorciéndose en su cabeza y huesos cruzados bordados en su falda.

Pero, aunque parezca contradictorio, también portaba esta divinidad un lado bueno. Era la consorte de Itzamná, el señor del Cielo, que a veces se presentaba como representante del sol y ella, por lo tanto, de la luna. Era la patrona de la preñez, del arte de tejer, la medicina y también se la asociaba con el amor.

Ixtab

Ixtab era la diosa del suicidio en la mitología maya. Una divinidad que seguramente llama la atención, porque según las creencias de este pueblo semejante acto no era considerado negativo: los suicidas iban directamente a un lugar parecido al paraíso cristiano. E Ixtab era la patrona para todas esas personas que se habían privado de su vida.

Su representación es elocuente: aparece pendiente en el cielo por medio de una cuerda enrollada en su cuello, tiene os ojos cerrados por la muerte y en sus mejillas un círculo negro que representa la descomposición de la carne.

Buluc Chabtan

Buluc Chabtan aparece 33 veces en los códices y se presenta siempre en relación con la muerte. Uno de sus rasgos constantes es una línea negra que rodea parcialmente su ojo y se prolonga hacia abajo de la mejilla. En esta deidad se combinan la guerra y la muerte, mediante la violencia y los sacrificios.

Se los presenta muchas veces en compañía del dios de la muerte, Ah Puch, sobre todo en escenas de sacrificios humanos. Asimismo, es también una divinidad de la guerra por derecho propio, incendiando casas con antorcha en mano y con una lanza destruyéndolas.

Kauil

Como el fuego tenía un papel trascendental dentro de la mitología y, por supuesto, la vida de los mayas, se describe a esta deidad como una suerte de padre y madre de los humanos. Asimismo, esta civilización pensaba que quien dominaba el poder del fuego era capaz de controlar su violencia interior.

Boca de serpiente y de nariz larga, durante mucho tiempo a Kauil se le rindió culto. Se realizaban grandes fogatas en donde los participantes interactuaban con el elemento y salían renovados.

Pawahtún 

Esta deidad es sumamente polifacética, porque se lo representa como un solo hombre anciano y desdentado con caparazón de tortuga; pero también en tanto bacab (bacabob en plural) cuando se refiere a cuatro hermanos que sostienen las distintas esquinas del universo, habitando en el interior de la tierra y en sus depósitos de agua.

Sea como sea, está claro que esta deidad/deidades sostienen al mundo, son los cargadores del mismo cosmos. De hecho, en el mundo maya el caparazón de tortuga es símbolo de protección y fuerza, ya que fue en uno de ellos en donde se escondió el sol y la luna durante la destrucción del universo.

Ixquic

En el mundo del Popol Vuh resuena el nombre de Ixquic, la diosa madre maya. Ella era hija de Cuchumaquic, señor del inframundo y escuchó la historia del dios Hum-Hunahpú que había sido convertido en árbol. La historia cuenta que cuando llegó al lugar para probar los frutos del árbol, que no eran más que calaveras, una de las cabezas escupió saliva en la mano. Inmediatamente, a pesar de la virginidad, Ixquic quedó embarazada.

Su padre, ante semejante afrenta, quiso darle muerte, pero la muchacha escapó con su suegra. De esta forma, dio a luz a dos gemelos que realizarían en el futuro grandes hazañas según la mitología maya: Hunahpú e Ixbalanqué.

Ah Kin

Ah kin era considerado del dios del sol, muy respetado por los mayas desde tiempos remotos, ya que era un sanador de enfermedades y un protector contra los demonios del mundo de oscuridad.

El sol que se adoraba, entonces, no era un astro físico, sino espiritual. Ah kin era el encargado de dotar fuerzas, energía y poder a todo el universo. Pero tampoco se olvidaba de cada uno de sus elementos individuales, ya que protegía, curaba y hasta otorgaba a los jóvenes buenas esposas para generar uniones fortificadas.

Chac Bolay

Chac Bolay era la divinidad que encarnaba al jaguar, un animal sumamente venerado y apreciado en el mundo maya. Era tan sagrado, que esta deidad representaba la fuerza y el poder.

Esta deidad se caracterizaba por presentar una cabeza de jaguar, con un mechón de cabello de medio lado, los incisivos hacia afuera y con un cuerpo lleno de manchas, señal del cielo en la noche con sus estrellas. El jaguar, por lo tanto, era un animal único, admirado por su fuerza y destreza, además de dominar las energías cósmicas del día y la noche.